Con más de una década de experiencia en diversas posiciones dentro del sector cultural, ella entiende el poder del arte y sabe cómo aprovecharlo. Es su misión hacer el arte más accesible. Evlyne ama jugar el papel de agente intermediario; conectando la visión de los clientes con lo creativo. Su profundo entendimiento de ambos lados da como resultado proyectos cuidadosamente planeados, bien ejecutados y puntuales.
El arte, especialmente el arte público, el que se puede ver en el exterior, gratuitamente, y accesible para todos, adquirió otro significado. Mientras avanzamos hacia la nueva normalidad, reconocemos lo importante que se ha vuelto el exterior en nuestras vidas. Aquel parque, aquella calle que caminamos para ir por café simplemente para salir de nuestra casa. Queremos disfrutar de nuestro entorno; el que promueve relaciones y nos hace conectar con nuestra comunidad. Algunas esculturas han sido escudriñadas, muchas han sido derribadas de su pedestal y tendrán que ser reemplazadas. Murales han sido pintados para rendir homenaje, llamar la atención y para hacernos recordar o reflexionar sobre nuestra realidad actual.
Al estar el exterior jugando un rol central en nuestras vidas diarias, las ciudades se han vuelto a la planeación urbana. El arte público toma muchas formas: esculturas monumentales, instalación, arte de sitio específico; éste puede ser singular o ser parte de un jardín escultórico o un evento en concreto. Puede flotar en el aire, estar empotrado a un árbol, debajo de tus pies, estar a un lado de ti o invitarte a entrar. Éste transpira el valor de los artistas que crean un proyecto, la gente que lo apoya y lo comisiona. Refleja lo que la ciudad, el espacio o la compañía quiere expresar de sí mismo; que son un lugar para la creatividad, una manera de retener sus clases creativas, de conectar con su comunidad. El arte enriquece la vida. La expectativa general es que el arte público se relacione con el tiempo, refleje nuestras historias, y sea accesible a un mayor y más diverso público.
En los pasados 30 años, el arte público pasó de un movimiento de resistencia a ser mainstream; ahora se espera que los proyectos se presenten de una manera u otra. El arte, especialmente el arte público, se ha convertido y es entendido cada vez más como un elemento de valor agregado. Activa a la ciudad, a un lugar. Desde monumentos tradicionales que eran pasivos, las nuevas esculturas se convierten en receptáculos. Hablan acerca de activación y conexión, empujando más su compromiso social. Un buen ejemplo de involucrar al público en el proceso de decisión es el Proyecto del Cuarto Plinto (4th Plinth Project) en la Plaza de Trafalgar en Londres, Reino Unido. Mientras que hay un comité seleccionando a los candidatos, el público es invitado a ver los proyectos, dar comentarios y votar, y tomar un paso más en decidir qué se colocará encima de un plinto abandonado por más de 150 años.
Revitaliza, resalta, da una segunda vida y embellece espacios –pensemos en un mural debajo de un viaducto– un punto de inflexión inmediato. Mobiliario urbano surge de la noche a la mañana. De pronto, está vivo, activo. Cambia la percepción de un lugar antes pasado por alto. Ponemos atención, queremos experimentarlo, sentarnos en él, disfrutar el lugar a un nivel que no conectaríamos de otra manera.
En colaboración con Quartier des Spectacles, Palais des Congrès in Montreal, Hullmark en Toronto o MIRA en México, MASSIVart activamente trabaja desarrollando destinos vivaces, festivos, inspiradores, infusionados de arte y diseño, contribuyendo a mejorar el paisaje visual así como el espíritu del lugar. Transforma cómo experimentamos un espacio, cambiando la forma en que interactuamos, y nos da un respiro al cortar con la monotonía. Mientras el impacto cuantitativo es cada vez más difícil de medir, su impacto cualitativo demuestra ser confiable. El arte público demanda nuestra atención, atrae nuestra mirada, nos hace quitar los ojos del celular, conecta y provoca conversación.
Es un diálogo sobre el tejido social de nuestras ciudades. Los gratificantes efectos son numerosos. A nivel humano: población más feliz, traslados menos estresantes, beneficios de salud mental, reducción del índice de criminalidad. Desde la perspectiva económica, crea trabajos para artistas y otros – algunos necesitan diseñar, construir, instalar y mantener estos proyectos. Requiere materiales que cada vez más son producidos localmente. Promueve el turismo –pensemos en Prada Marfa en Marfa y cómo se ha convertido en un destino desde que Donald Judd decidió crear algunas instalaciones permanentes ahí. Crea bullicio, hace a la ciudad vibrante, promueve competencia, vive por su pensamiento innovador –los signos vitales son fuertes.
Esta es una ocasión que los propietarios y desarrolladores inmobiliarios deben aprovechar. Es parte de nuestra misión en MASSIVart trabajar con ciudades, inmobiliarias, promotores y desarrolladores para incrementar la presencia de arte en sus proyectos para que tengan mayor impacto en cómo navegamos nuestras ciudades. Con el movimiento actual de pro del comercio local, es tiempo de repensar la oferta y empujar más por el entretenimiento y bienestar en la infraestructura de la que son parte. Expandir los límites para que las compañías promuevan sus valores a través de su implicación en la vida diaria y mejorar los espacios públicos multifuncionales. MASSIVart pone al servicio de sus socios información factible gracias a sus años de experiencia en concebir destinos deseables que crean espacios inspiradores y cautivadores.
El arte público también puede transformar y reactivar edificios antiguos, cubrir errores de diseño, mitigar vistas estériles o el aspecto de los edificios. Un mural puede prevenir la reaparición de graffitis, y disminuir el vandalismo. Una nueva instalación contribuye a iniciar conversaciones, a conectar con los locales y los visitantes.
Esto lleva a pensar en programas como el Proyecto de Arte Federal que se llevó a cabo de 1935 a 1943 y el que fue parte del Nuevo Trato después de la Gran Recesión. En su núcleo están los objetivos de reconstruir la moral, crear trabajos y reducir el crimen. En tiempos como los de ahora, cuando necesitamos más que nunca movernos de la experiencia genérica a una única, cuando narrativas alternativas son necesarias, las ideas de crear un programa o invertir fondos en inspirar a la gente, en darle algún propósito mientras enriquecemos la vida diaria parece el camino que tomar.
La misión de MASSIVArt está alineada con este pensamiento; creemos firmemente en crear experiencias memorables que la gente de la comunidad quiera vivir, revisitar y compartir. Estamos orgullosos de apoyar y ofrecer nuevas posibilidades a artistas así como de dar algo a cambio y trabajar con las comunidades y socios en nuestro objetivo común de promover un ecosistema cultural local que está profundamente enraizado en ofrecer experiencias relevantes de maneras inesperadas.
Debemos esperar ver un florecimiento del arte público al estar las ciudades re-pensándose a sí mismas para reuniones pequeñas, conectar con las comunidades y visitantes regionales, y expandir sus espacios exteriores, al saber que este virus está para quedarse. Este verano demuestra el poder de permanecer juntos por lo que creemos y abogar por el cambio que queremos ver en nuestras comunidades.