Para los desarrolladores inmobiliarios y urbanistas, la accesibilidad suele verse como un simple requisito normativo en lugar de una verdadera oportunidad. Pero, ¿y si en realidad pudiera ser un motor de participación, innovación y un factor clave para crear entornos urbanos más dinámicos?
Hablamos con Shay Erlich, fundadore y director.e ejecutive de Ready for Access, una organización especializada en experiencias de discapacidad que ayuda a diseñar entornos verdaderamente inclusivos. Con una amplia experiencia en consultoría de accesibilidad, incidencia y soluciones creativas, iel ha trabajado en espacios públicos, el sector cultural y el desarrollo urbano para replantear la accesibilidad más allá de las normativas, asegurando que las personas con discapacidad puedan disfrutar y apropiarse plenamente de los espacios que habitan.
En esta conversación, Shay comparte ideas valiosas sobre por qué la accesibilidad debe integrarse desde el inicio de un proyecto y cómo puede mejorar la experiencia de todas las personas, generando un impacto duradero.
Una plaza pública donde niñas y niños de diferentes habilidades, incluyendo un niño en silla de ruedas, interactúan con las fuentes de agua. Empathy Retreat—Experience (Fuente: Robert Barlea para AMAIS, 2022)
Shay Erlich: Nunca decidí conscientemente convertirme en activista por los derechos de las personas con discapacidad, simplemente fue algo que tuve que hacer para seguir adelante con mi vida. Me volví una persona con discapacidad a los 20 años, mientras estudiaba en la universidad y comenzaba mi carrera. De repente, tuve que explicar mis necesidades en todos los lugares a los que iba, solo para poder seguir participando en los mismos espacios que antes.
Con el tiempo, me di cuenta de que tenía una habilidad especial para ayudar a la gente a comprender la complejidad de la accesibilidad. Cada vez que pensaba en dar un paso atrás, surgía una nueva oportunidad, y no podía resistir la idea de trabajar para hacer los espacios más inclusivos.
Shay Erlich: El placemaking creativo trata de diseñar ciudades y espacios públicos que inviten a la interacción. Hay algo poderoso en las estructuras llamativas, los colores vibrantes y los elementos de diseño interactivo, pero para que realmente generen impacto, deben ser accesibles para todas las personas.
Las personas con discapacidad queremos disfrutar los espacios públicos como cualquier otra persona. Queremos jugar, maravillarnos y conectar con los demás. El reto es garantizar que tengamos los medios para acceder e interactuar plenamente con estos espacios. La accesibilidad no se trata solo de cumplir con regulaciones, sino de diseñar lugares donde la gente realmente sienta pertenencia.
Shay Erlich: No existe una única definición de accesibilidad. Cada espacio, cada proyecto y cada experiencia de usuario es distinta, por lo que la accesibilidad debe considerarse en su contexto. Muchas veces, se diseña pensando en una sola persona con discapacidad dentro de un grupo. Pero, ¿qué pasa cuando hay varias personas con discapacidad interactuando juntas?
Cuando salgo con amistades, a menudo somos varias personas usuarias de sillas de ruedas, y la mayoría de los espacios no están diseñados para recibir grupos de personas con discapacidad. Esa es una oportunidad desperdiciada.
Shay Erlich: La accesibilidad no es una lista de verificación que se marca una sola vez, sino un compromiso continuo. Las y los desarrolladores inmobiliarios y urbanistas deben construir relaciones a largo plazo con la comunidad de personas con discapacidad para asegurar que la accesibilidad sea genuina.
Un ejemplo común son los baños accesibles: al principio están bien diseñados, pero con el tiempo terminan usándose como bodegas o espacios de almacenamiento, volviéndose inservibles. La accesibilidad fracasa cuando no hay un seguimiento que garantice que los espacios sigan siendo funcionales en el día a día, y no solo en la fase de diseño.
Una persona interpretando Visual Vernacular.
Shay Erlich: Una de las tendencias más emocionantes es la accesibilidad creativa, que va más allá de las adaptaciones básicas e integra la accesibilidad en la experiencia desde el principio.
Por ejemplo, en el teatro y los espectáculos en vivo, hemos evolucionado más allá de los intérpretes de lengua de señas tradicionales para incorporar intérpretes sordos que usan Visual Vernacular, lo que hace que las presentaciones sean mucho más atractivas para las audiencias sordas.
Mirando hacia el futuro, me interesa especialmente cómo la tecnología puede llevar experiencias a las personas con discapacidad en lugar de exigirles que accedan físicamente a un espacio. La realidad virtual, por ejemplo, podría permitir que personas con enfermedades crónicas disfruten de espacios culturales y eventos artísticos desde casa, redefiniendo por completo el concepto de accesibilidad.
Shay Erlich: Para las personas con discapacidad que combinan la defensa de derechos con el trabajo creativo, mi mayor consejo es separar ambos roles cuando sea posible. La incidencia puede ser agotadora, y estar constantemente luchando por adaptaciones puede afectar el proceso creativo.
Para quienes son aliades y quieren apoyar, mi consejo es simple: inicien la conversación. La primera charla no será suficiente. Ni la segunda. Pero cuanto más se involucren con la comunidad de personas con discapacidad, más patrones identificarán y más impacto podrán generar.
Shay Erlich: Una doula de discapacidad es alguien que brinda apoyo a personas con discapacidad, ayudándolas a superar barreras de accesibilidad, defender sus derechos y fortalecer su identidad.
Más allá del acompañamiento individual, cada vez vemos más doulas de discapacidad participando en proyectos comunitarios y espacios públicos, asegurando que la accesibilidad esté realmente integrada en los procesos de diseño y planificación.
Shay Erlich: Ready for Access es una organización especializada en la experiencia de la discapacidad que ayuda a empresas e instituciones a crear entornos realmente inclusivos.
Nuestra misión es clara: asegurarnos de que el 30 % de las personas en México con discapacidad no sean excluidas en la construcción del futuro de nuestras ciudades y espacios culturales.