hacia algo mucho más grande: un centro comunitario vibrante, inclusivo e intergeneracional. Lo que comenzó como una iniciativa para mejorar los espacios públicos a lo largo del frente marítimo pronto se convirtió en un testimonio del poder del desarrollo creativo del lugar y la participación comunitaria.
El viaje comenzó con el compromiso de laBIA del Frente Marítimode enriquecer las experiencias de los visitantes a lo largo del frente marítimo. Reconociendo el potencial de tres espacios públicos clave para convertirse en centros vibrantes de actividad, la BIA enlistó la experiencia de MASSIVart para llevar a cabo una investigación exhaustiva de los espacios públicos y relacionarse con la comunidad
Entender el pulso de la comunidad es crucial antes de transformar espacios públicos. Al escuchar a residentes, visitantes y colaboradores, obtenemos perspectivas que sientan las bases para un desarrollo exitoso del lugar. La participación comunitaria construye confianza, fomenta la colaboración y garantiza una participación activa, resultando en espacios co-creados vibrantes llenos de orgullo y apropiación.
Armados con un profundo entendimiento de las necesidades de la comunidad, MASSIVart se propuso insuflar nueva vida al frente marítimo. Surgió una dirección creativa, y nos embarcamos en una misión para probar los límites del arte multifuncional, para descubrir qué funciona en el ámbito público.
Nació Alpha Bravo Charlie by de CK-JJ una colección de plataformas interactivas inspiradas en el alfabeto náutico, diseñadas para transformar el Paseo Marítimo en un dinámico patio de recreo de posibilidades. El éxito de Alpha Bravo Charlie radicó no solo en su atractivo artístico, sino en su versatilidad. Las plataformas abstractas se activaron a través del ocio, juegos y oportunidades educativas, animando el espacio para diferentes ocupantes y usos.
Estudios observacionales revelaron un notable nivel de interacción, con un 19% de transeúntes adoptando el espíritu juguetón de Alpha Bravo Charlie. El tráfico peatonal aumentó en un 22%, ya que personas de todas las edades se sentían atraídas por las coloridas plataformas, ansiosas por explorar, jugar y conectarse.
Pero el impacto se extendió más allá de simples números: contribuyó a un espacio público más saludable. El tráfico peatonal de calidad adornó el Paseo Marítimo, abarcando generaciones y fomentando la inclusividad. Tanto los adultos mayores como los niños encontraron comodidad en los alrededores vibrantes, tejiendo una rica interacción comunitaria. Notablemente, hubo un aumento notable del 1,550% en visitantes de 65 años o más, y un notable aumento del 1,150% en el grupo demográfico de 5 a 14 años, mostrando el amplio atractivo y la naturaleza inclusiva de la instalación.
Además, +700% de los visitantes se quedaron a comer, lo que significa un aumento significativo en la interacción con el espacio para actividades de ocio. Además, hubo un notable aumento del 261% en visitantes sentados, indicando una mayor propensión para disfrutar y socializar dentro de la instalación.
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