Hemos recopilado una lista de algunas de las instalaciones artísticas más impresionantes de todo el mundo realizadas con materiales reciclados. El equipo de MASSIVart espera que estas instalaciones sirvan de inspiración para experimentar con la creación de materiales reciclados o para ver estas obras de arte tan especiales por sí mismos. Aquí está la primera parte de nuestra lista:
Inaugurada en Sídney (Australia) en 2021, Weaving Thru The World fue creada por Gabriele Filtz y es un maravilloso ejemplo de cómo el tejido puede cobrar una nueva vida. Construidas con telas, cintas y cuerdas desechadas de espectaculares de la ciudad de Sídney, telas y banderas de festivales, las piezas han encontrado una segunda vida como arte público, en lugar de acabar en un basurero. La obra, atrevida, brillante y única, está colgada en las entradas y pasillos de la World Square de Sídney, dando la bienvenida a los visitantes al espacio. Gabrielle Filtz explicó en una entrevista que su intención era crear una pieza icónica “y también de ser conscientes del delicado ecosistema del hermoso planeta en el que vivimos”.
Jurassic Plastic de Hiroshi Fuji aporta una sensación de asombro infantil en su exposición de arte, dirigida tanto para niños como para adultos. Estos grandes dinosaurios escultóricos se construyeron utilizando juguetes no deseados de Japón y Tailandia. Expuesta en el Parque Creativo Chan Chui en 2019, la divertida y lúdica exhibición también inspiró a sus visitantes a considerar el rol del plástico en nuestras vidas, mostrando nuestro consumo colectivo de plástico y residuos.
La obra del diseñador sudafricano Porky Hefer, llamada Plastoscene – Marine Mutants from a disposable world se expuso en la National Gallery of Victoria de Melbourne, Australia en 2020 y alentó a los visitantes a reflexionar sobre su implicación en la contaminación de los océanos. Imaginando cómo los océanos contaminados pueden obligar a los animales marinos a mutar, Hefer creó cinco grandes criaturas fantásticas. Trabajando con artesanos y fabricantes, cada pieza está hecha a mano con objetos como colillas, cotonetes, envases de comida para llevar y cuerdas de pescar. La exposición de Hefer es un divertido pero importante recordatorio de cómo la humanidad puede cambiar el mundo natural.
Desarrollada por los artistas y arquitectos de Vancouver Rebecca Bayer y Matthew Soules, la pieza de arte público City Fabric está hecha con una red de seguridad, la cual está diseñada para un uso temporal. El tejido se utiliza normalmente para proteger al público de los peligros de la construcción. Extendida sobre los pilares de hormigón del puente de la calle Burrard de Vancouver, esta pieza se ha convertido en una pieza apreciada por la comunidad. City Fabric era originalmente un escombro de la construcción y ha sido reutilizado en una pieza de reflexión que los transeúntes pueden admirar desde abajo.
Creada y expuesta entre 2011 y 2013, This is not a fountain de Subodh Gupta se construyó recogiendo ollas y sartenes de familias de toda la India. La acumulación de abolladuras y rayones, así como el hecho de que los objetos sean desechados por muchas personas a la vez, habla de las realidades económicas a las que muchos se enfrentan y de la continua migración de las zonas rurales a las urbanas. La escultura de Gupta es un reflejo de la rápida transformación de la industrialización.
La serie de pinturas escultóricas de Patrizia Biondi titulada Between Ruins and Santosha fue realizada con cajas de cartón recicladas y pintura en aerosol. Su obra, expuesta en 2018 en la galería Artreal de Sídney (Australia), ahondaba en las complejidades del consumo ético. Surgida de la inmersión total del materialismo y la urgencia hacia el consumo reflexivo, su obra afirma que existe un potencial subyacente para alcanzar la satisfacción. Su colorida y premiada obra incita a los espectadores a considerar un punto intermedio entre el consumo y el derroche, invitándoles a alcanzar un estado de satisfacción.